D.O. Bierzo, personalidad y pasión en una botella
Aunque haga frontera con tres provincias distintas, Asturias, Ourense y Lugo, El Bierzo rezuma auténtico carácter leonés. Esta comarca conocida por sus paisajes naturales, impresionantes, pero también por su gastronomía, que abandera entre otros el inigualable botillo, El Bierzo puede presumir de otro emblema allá donde vaya: puede presumir de vino con denominación de origen.
Al igual que en muchos lugares de la península, fueron los romanos quienes habitaron estas tierras y quienes trajeron el viñedo y modernizaron las técnicas agrícolas. Sin embargo la expansión del viñedo está más bien vinculada a los monasterios medievales que necesitaban del vino para sus actividades de culto y a que ya lo habían introducido como un elemento más en su alimentación. No sabían nada estos monjes cistercienses… 😉.
Varios siglos de producción después y tras superar una terrible plaga de filoxera, que a punto estuvo de llevarse por delante todos los cultivos en el siglo XIX, fue en el XX y más concretamente con la llegada de las cooperativas vinícolas en los años 60, cuando la comarca tuvo una nueva vida. La iniciativa que tomaron bodegueros y viticultores de la zona hizo posible que en 1988 se reconociera la DO Bierzo. Con la llegada de la denominación de origen se establecía una forma de hacer las cosas y también se delimitaban las variedades de uvas permitidas para hacer los blancos, tintos y rosados de la zona.
Las variedades que ampara la D.O. son Mencía, Garnacha Tintorera, Godello, Doña Blanca y Palomino. De entre ellas, la Mencía es la más característica y es la que rápidamente se asocia con los tintos de esta denominación de origen. De hecho muchos de sus vinos de uva Mencía, uva autóctona de El Bierzo, acaparan premios y reconocimientos. Por algo será.
Esos reconocimientos son fruto del trabajo de productores y bodegueros que han creído en la importancia de hacer un producto de calidad que, junto a la D.O., han logrado internacionalizar. En los últimos tiempos, la denominación de origen ha dado un vuelco importante a su imagen renovando su logotipo para hacerlo más fresco, actual, acorde a lo que es esta comarca en la que la innovación pero también la tradición juegan un papel fundamental. Y es que, como ocurre casi siempre, mantener la tradición es imprescindible para mirar de frente al futuro.
Las Médulas, Los Ancares, Ponferrada, Villafranca del Bierzo… son algunos de los lugares por descubrir en El Bierzo. Paisajes que se han detenido en el tiempo conservando todo su sabor, su magia, su fuerza, al igual que el vino de la D.O. Bierzo.