D.O. Toro, carácter único
Castilla y León, tierra de sabor. ¡Y tanto! ¿Cómo no lo va a ser una región en la que el lechazo es casi una religión y el vino con denominación de origen la bebida que lo acompaña? Es un pequeño paraíso del que nos declaramos verdaderos fans.
Sus vinos con denominación de origen están entre los de mayor tradición y si hay uno que destaca por su fuerza y su bravura (y no solo en el nombre) es el de la DO Toro. Entre el sureste de Zamora y el suroeste de Valladolid, al paso de la cuenca hidrográfica del Duero, nos encontramos con una de las denominaciones de origen con más historia. De hecho, el origen del vino en Toro es anterior al asentamiento de los romanos, así que lleva entre nosotros mucho, mucho tiempo.
Sus habitantes acertaron al introducirse en la vitivinicultura porque en la Edad Media a este vino le concedieron privilegios reales por considerarlo un bien de prestigio y, por ello, se permitía su comercialización en ciudades donde la venta de otros vinos estaba prohibida.
En los años 70, comenzó a fraguarse la idea de la creación de la DO pero no fue hasta 1987 cuando se fundó de forma oficial la denominación de origen Toro. Con el paso del tiempo y gracias a su trabajo y evolución, hoy cuenta con más de 60 bodegas adscritas y tiene una fuerte presencia tanto a nivel nacional como internacional.
La variedad reina es la Tinta de Toro. Se caracteriza por su alta capa colorante y su gran capacidad de guarda. Aunque más del 85% de la producción de los vinos tintos se elaboran con esta variedad, también está autorizada la Garnacha. Pero no sólo de tinto vive esta denominación de origen, ya que también encontraremos vinos elaborados con Malvasía y Verdejo.
La DO Toro ha sabido recorrer este largo camino, desde su creación hasta nuestros días, con paso firme y reflejarlo en el libro “La cultura de la vid y el vino de Toro” publicado con motivo del 30 Aniversario de la DO. Un profundo estudio de la denominación de origen, del viñedo, de las técnicas de viticultura y de su elaboración. Un imprescindible para cualquier aficionado a esta denominación de origen.
Por su saber hacer, por su carácter y por su calidad, la DO Toro se ha ganado un sitio entre las más conocidas de nuestro país. ¡Brindamos por ella!