Con la primavera llegaron los primeros rayos de sol, las flores, las alergias y esa alegría nos entra al ver que anda cerca otro verano cargado de festivales.

Si nos ponemos a repasar el mapa, es difícil encontrar una comunidad que no tenga su festival de referencia. Lo realmente complicado suele ser elegir a cuál ir. Los festivales reúnen a diferentes artistas de un determinado estilo durante tres o cuatro días y sus fans acuden en masa a la llamada.

La diversidad en los festivales no sólo la encontramos en la música, también entre el público, que llega desde distintos países, hablando distintos idiomas, con otros gustos… Y todo eso hace que la experiencia festivalera sea mucho más divertida y vaya más allá de escuchar música un fin de semana.

Acampada multitudinaria, comida de supervivencia, pocas horas de sueño… Si hay algo que caracteriza a estos macroeventos son sin duda las colas: cola para ir al baño, cola para entrar al recinto, cola para pedir en la barra… ¡Un horror! Pero como no hay mal que por bien no venga, en estas esperas suele ocurrir algo muy bonito: conocer a gente simplemente por que lleva la bandera de tu comunidad, por que tiene un acento parecido al tuyo o por que su aspecto delata que es de tu misma tierra.

Cuando no estás en casa, encontrarte con alguien provoca un vuelco en tu interior; sentimos la necesidad de compartirlo con todo el mundo, de compartir historias que solo alguien de nuestra tierra entendería y, en definitiva, de crear una atmósfera familiar en un lugar donde todo es nuevo y somos unos invitados que estamos de paso.

Estos momentos… ¿no te recuerdan a la sensación de tomar un vino con Denominación de Origen de nuestro lugar de origen cuando estamos lejos de casa? A nosotros, desde luego que sí. Porque el vino con D.O. tiene la capacidad de hacerte volver con cada sorbo, de transportarte a un lugar familiar, reconocible y en el que te sientes a gusto.

Algunas de nuestras denominaciones de origen se han lanzado a la escena festivalera con distintos eventos en los que es posible disfrutar de la cultura y del buen vino mientras vivimos la música y conocemos a gente nueva, como esas personas especiales con las que coincides en las colas. Es verdad que esas amistades suelen durar un solo fin de semana, pero son de las que nunca te olvidas.

Aquí os dejamos algunos de los festivales que organizan o con los que colaboran las denominaciones de origen, para que sigáis disfrutando de la música en vivo, conozcáis más gente y os toméis un buen vino con D.O.:

• Sonorama Ribera (D.O. Ribera del Duero)
• Turmalina (D.O. Navarra)
• Festival Vino del Somontano (D.O. Somontano)
• Sonidos Líquidos (D.O. Lanzarote)
• Vino la Música (D.O. León)
• Ribeiro Son de Viño (D.O. Ribeiro)