PREMIOS ASPA 2024 MEJORES VINOS ALICANTE DOP
Un total de 22 vinos han sido premiados en la V edición de los premios que la Asociación de Sumilleres de Alicante, ASPA, otorga de entre los 130 presentados a su convocatoria anual para destacar lo que se realiza en la denominación de origen Alicante.
Una entrega de premios que convocaba el pasado miércoles al presidente de la Diputación de Alicante, el del Consejo Regulador, el rector de la Universidad Miguel Hernández y la delegada territorial de Agricultura, en torno a este grupo de profesionales liderados por su nuevo presidente Jose Diego Ortega. Un nuevo cargo que agradecía el trabajo realizado por su predecesor, Pepe Guerrero, y el esfuerzo de todos los jueces que han trabajado en este quinquenio.
Los premios han sido muy repartidos entre las 6 categorías según tipos de vino (blanco, rosados, tintos, dulces, espumosos y Fondillón). Aunque las bodegas más premiadas han sido Bocopa, Santa Catalina del Mañán, las Virtudes y Xaló con oros, platas, bronces y menciones.
Se da la circunstancia de que este año tanto en tintos como en dulces, dos referencias han conseguido oros: “Vinalopó Crianza 2020” de Bodegas Las Virtudes y “La Viña de Mateo 2022” de bodegas Francisco Gómez. Asi como “Fuego Lento 19” y “Palma Blanca 2022” de bodegas Faelo. En el resto de categorías los oros han sido para “Bahía de Dénia Fermentado en Barrica”, “Cesilia La Reserve 23”, “Marina Espumante” y la solera de 1972 para el Fondillón “Tesoro de Villena”.
El presidente de la Diputación, Toni Pérez ha reconocido el trabajo del sector por seguir “creciendo y aportando novedades, inquietudes o representando el producto más auténtico del territorio”. Y ha felicitado tanto a los premiados como al resto del sector. Especial ahínco ha puesto en remarcar las difíciles condiciones de sequía que trae la campaña para este año o la enorme competencia con la que se enfrenta el sector en temas comerciales.
El acto ha servido, además, para realizar un homenaje al bodeguero Primitivo Quiles. Una casa centenaria que continua con su elaboración en las instalaciones de Monóver y que ha sido “el puente entre la crisis de los años 20 y el actual esplendor” y que representa el perfil y valores familiares de nuestros artesanos.