Almansa, tierra de historia y vino D.O.
En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, el ingenioso hidalgo caballero Don Quijote, cansado de recorrer mundo, descansaba en Almansa compartiendo una buena copa de vino DO con su compañero de viaje, celebrando la cercanía de su destino.
Tal vez sea éste un detalle de la historia que no te han contado. No lo sabías ¿verdad? Y tal vez tampoco sepas que existen lugares en el mundo donde se pueden encontrar desde libros históricos como el célebre Don Quijote de La Mancha, hasta excelentes vinos. De esos rincones especiales nacen más de 7.000 hectáreas de viñedo como las de la D.O. Almansa, que dan vida a su vez a 12 bodegas que han hecho posible la conquista de consumidores de 25 países diferentes.
La actividad vitivinícola en esta zona se remonta al siglo XVI, tal y como ocurre en otras zonas de producción, pero sería en 1966 el año el que Almansa obtuvo la calificación de Denominación de Origen. Si echamos cuentas quiere decir que esta D.O. lleva más de 50 años dedicada a la producción vitivinícola siguiendo un proceso específico orientado a obtener excelentes vinos. Las variedades autóctonas de referencia son la Garnacha Tintorera y la Monastrell aunque también tiene un peso importante la llegada de uvas de otras zonas como la Syrah, que han conseguido adaptarse al clima y al terreno a la perfección.
Si a esta buena materia prima le sumamos la meticulosa preparación, la continua voluntad de mejora en la calidad y la gran inversión en investigación para desarrollar mejores técnicas de producción, estamos ante un producto que puede presumir de ser embajador de su tierra allá por donde va. De hecho esta D.O. se abre paso en el ámbito internacional al igual que otras D.O.s y por ejemplo en 2014 viajó hasta Londres para presentar sus vinos en la Embajada de España. En esta ocasión no se confundió el Big Ben con un gigante y los vinos de la D.O. Almansa conquistaron Londres.
Las más de cuatro millones de botellas anuales que produce la D.O. Almansa se reparten entre tintos, rosados y blancos y próximamente, verá la luz una nueva categoría de vino espumoso. Estamos deseando probarlo.
Por todo ello debemos decir que la D.O. Almansa no es fruto de ninguna ensoñación, de la imaginación o de la alucinación de ningún personaje literario, sino más bien una realidad que se palpa y se saborea en cada trago.