“En la variedad está el placer” decía el retórico hispanorromano Quintiliano, y ¡qué razón tenía! La diversidad es, al fin y al cabo, la palabra mágica que abre la puerta a un sinfín de oportunidades. ¿Os imagináis lo aburrido y monótono que sería el mundo si todos fuésemos idénticos? ¿Qué insípida la vida si todo lo que comiésemos o bebiésemos nos supiese igual?

La diversidad es un concepto esencial y enriquecedor sin el que el libre albedrío no tendría sentido alguno. No en vano es una de las insignias más características de nuestros vinos con denominación de origen. En Movimiento Vino D.O. abrazamos la diversidad, prestando especial atención y poniendo en valor aquello que diferencia a cada miembro que compone esta gran familia. La diversidad nos une.

La diversidad en la comunidad vitivinícola nos regala el placer de poder probar los diferentes vinos con denominación de origen, de disfrutar de las historias que los hacen únicos y de identificarnos con sus sabores, sus olores y, en definitiva, con su esencia. Puede que no lo creas pero, al igual que hay miles de personas y ocasiones, existe un vino con denominación de origen para cada una de ellas. Por supuesto, también para ti.

Tomar una copa de vino D.O. es una experiencia compartida en la que participan muchos elementos sin los que sería imposible saborear ese mundo repleto de posibilidades para nuestro paladar: personas y procesos diferentes, tierras de infinitas características y materias primas con personalidad propia. Incluso hay una copa para cada tipo de vino. Si eso no es diversidad, ¿qué lo sería?

El vino con D.O. gusta a mucha gente, de eso no nos cabe duda, y por eso hay muchos tipos de vinos con D.O. ¿O es al revés? Lo que está claro es que para gustos están los colores (y los olores, los sabores…) y desde Movimiento Vino D.O. llevamos la diversidad por bandera.