Diferencias entre enólogo, sumiller y catador de vino ¿las conoces?
El mundo de la viticultura es una larga y muy bien avenida familia, donde cada persona involucrada (que son muchas) tiene su propia función e importancia. Hoy os traemos las funciones de tres roles que a veces pueden parecer lo mismo, pero que, entrando un poco más en detalle, no lo son. Atención:
Enólogo o enóloga
Es la persona responsable de diseñar y gestionar todo el proceso de elaboración del vino tanto en bodegas como en industrias afines. Su objetivo es garantizar la calidad del producto final, por lo que su labor se centra en supervisar la elaboración desde la selección del tipo de viña y su cultivo, hasta su puesta en el mercado y comercialización.
Es quien garantiza la calidad del vino y, para ello, debe conocer y dominar una serie de materias técnicas: conocimientos agrícolas, bioquímica, química orgánica, física, matemáticas, genética, conocimientos de economía y comercialización, aspectos legales del sector…
Catador o catadora de vino
Es el profesional encargado de probar los diferentes vinos para establecer sus características a través de olores, sabores, matices y sensaciones. Para llevar a cabo su labor, debe contar con el conocimiento necesario para analizar, describir, clasificar y calificar los vinos. Para hacer una cata necesita una mesa con un mantel blanco, una lámpara con buena iluminación, un recipiente para el vino que se decanta y copas en forma de tulipa, de cristal fino, incoloro y de pie largo.
Sumiller
Un sumiller es el encargado del servicio de vinos de los grandes restaurantes y otros establecimientos similares y desarrolla una doble función: una de ellas es cara al público y la otra de gestión interna.
Por una parte, aconseja a los clientes en los maridajes, estando a su disposición para guiarlos y responder cualquier pregunta relacionada con la carta de vinos. Por otra parte, se encarga de elaborar la carta de vinos del establecimiento, de mantener y gestionar la bodega del local decidiendo qué vinos y en qué cantidades se adquieren, así como de formar al personal.
Gracias a su formación pueden trabajar como críticos, educadores o consultores de vino, entre otras cosas.
Si pensabas que todos desarrollaban la misma función, ahora ya lo sabes, se dedican a cosas muy distintas y abarcan espacios del mundo del vino muy diferentes.