Disfrutar del vino también en verano
Cuando aumentan las temperaturas apetece disfrutar de cosas fresquitas. Por suerte, el vino no está para nada reñido con estos ideales de verano.
Una copa de vino con D.O. es el mejor acompañante de las comidas y cenas durante la época de verano. Poco importa que sea un blanco, un rosado, un tinto o un espumoso… lo más importante es que se tome a la temperatura adecuada. Además, es recomendable elegir vinos con menor graduación para evitar la deshidratación. Siempre son una buena opción las cosechas recientes, variedades que no concentren excesivamente color y taninos y elaboraciones que potencien la expresión de la fruta.
Aunque puede parecer que los blancos y rosados se adaptan mejor a la época estival —los primeros maridan a la perfección con platos ligeros como pescados a la plancha y mariscos, mientras que los segundos combinan con pasta, ensaladas y sopas frías—, los tintos jóvenes y afrutados son una buena opción para carnes, y los espumosos acompañan a las mil maravillas cualquier postre.
CONSERVACIÓN
Los vinos blancos y rosados puedan guardarse en la nevera sin problema, pero hay que ser más cautelosos con los vinos tintos. Por ello, para que no se estropee ni cambien sus características, pero poder disfrutarlo con ese toque fresquito en verano, se puede meter en la nevera media hora antes de servirlo o meterlo en una cubitera con agua fría y hielos. De esta manera, no se estropearán ni cambiarán sus características. ¿Un truco? Si añades un poco de sal en el agua fría se enfriará antes.
Una vez abiertos, es mejor conservarlos en vertical, ya que el contacto con el corcho puede hacer que el vino pierda sus cualidades. ¿Una idea para ralentizar la oxidación del vino? Ponerle un tapón de “bomba de vacío” para quitarle el aire.
PARA ENFRIAR
Siempre se debe evitar que el vino esté expuesto al sol, ya que los rayos solares pueden dañar el producto. De todos modos, existen algunos accesorios que te ayudarán a mantenerlo fresquito mientras degustas tu copa de vino con D.O. en verano: enfriadores de vino eléctricos (que pueden ser incluso para una sola botella) y los cubitos de silicona que enfrían sin soltar agua.
¿Un último consejo? No es necesario que llenes la copa hasta arriba. Siempre es mejor que esté medio llena y que la sujetes por el tallo para que no se caliente.