EL CONSELLO REGULADOR IMPULSARÁ MEDIDAS PARA REVITALIZAR EL TEJIDO PRODUCTIVO DEL RIBEIRO
- Lo anunció el sábado su presidente, Juan Casares, en la presentación del Estudio socioeconómico y Estratégico del Ribeiro financiado por la Diputación Provincial de Ourense.
El Consello Regulador de la Denominación de Origen Protegida Ribeiro impulsará todas las medidas a su alcance para conseguir la revitalización y el fortalecimiento del tejido productivo de la Denominación de Origen Protegida Ribeiro, la más antigua de Galicia y una de las más singulares de España.
Así lo anunció el sábado su presidente, Juan M. Casares, durante el acto de clausura de la jornada “Onde o mundo se chama Ribeiro” en la que se presentaron los resultados del Estudio socioeconómico y Estratégico del Ribeiro financiado por la Diputación Provincial de Ourense y que contó con un presupuesto de 41.500 euros.
Se trata de un análisis de la situación actual de esta denominación de origen y de una estrategia propia para la dinamización socioeconómica de su territorio elaborada por una equipo de diez expertos pertenecientes a las tres universidades gallegas liderados por Edelmiro López Iglesias, Doctor en Ciencias Económicas y profesor titular en el Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela, y Andrés Mazaira Castro, Doctor en Administración y dirección de empresas y profesor en el Departamento de Organización de Empresas y Marketing de la Universidad de Vigo.
Con este trabajo, el Consello Regulador de la Denominación de Origen Protegida Ribeiro se dota de una herramienta que le permitirá conocer lo que está sucediendo en el tejido económico y social de su territorio al tiempo que servirá como instrumento para la toma de decisiones estratégicas que le permitan afrontar el futuro con garantías.
Onde o mundo se chama Ribeiro: los resultados del estudio
Durante la jornada se hizo una exposición de los resultados del estudio partiendo del análisis de la situación del mercado del vino tanto a nivel gallego como español. Viticultores, bodegas y la situación de los mercados, así como el posicionamiento del Ribeiro en el contexto global, constituyeron el hilo conductor de una exposición donde participaron también representantes de la administración autonómica, los agentes sociales del rural y expertos en el ámbito de la consultoría de mercados y de la distribución.
Según el estudio, la Denominación de Origen Ribeiro tiene un peso relevante dentro del conjunto de las cinco gallegas pero esta relevancia no se traslada directamente a los mercados viéndose notablemente reducido su peso relativo tanto en términos de volumen de producción y comercialización como de valor económico de la producción.
Resulta especialmente preocupante para los expertos la situación de la capacidad efectiva de producción de uva que presenta una clara tendencia descendiente en los últimos quince años, período en el que se redujo a la mitad; una tendencia descendiente que se aceleró en la presente década y en particular en los años más recientes, de tal modo que solo en el trienio 2016-2018 la caída fue del 36,3.
Una caída de la producción que fue el resultado de dos procesos: la reducción de la superficie de viñedo activa en la DO, y el descenso de los rendimientos por hectárea. La contracción de la superficie (en un 18,4%) explica algo más de la tercera parte de la reducción del volumen de uva producido pero es significativa porque ligado a la alta edad media de los viticultores y al bajo grado de profesionalización de los mismos amenaza el futuro del tejido productivo primario.
Un movimiento de abandono progresivo de la actividad vitícola derivado de la alta edad media de sus viticultores (cerca de la mitad tienen más de 65 años) acompañado por una banda de una tasa de incorporaciones y renovación generacional que no es capaz de compensarlo, y por otra parte, de una clara inmovilización de tierra que se abandona y unos precios de la tierra muy elevados, condicionan la recuperación del potencial productivo del Ribeiro. A estos problemas hay que añadirle una excesiva fragmentación parcelaria: 1.374 hectáreas de la DO están divididas en 20.542 parcelas. Consecuencia: 0,82 ha/viticultor compuestas por 12,4 fincas con una superficie media inferior a 700 m2. Aún así, las parcelas con 1.000 m2 o más, el 15% del total, suponen el 60% de la superficie del viñedo; constituyendo la principal base productiva de la DO.
Con respecto a la producción de vino, los resultados por variedades muestra un claro crecimiento de la uva de variedades preferentes, que representaba el 22,3% de la producción de la DO en 2004, pasó a superar el 50% desde 2013 hasta alcanzar 2/3 (67%) en 2018.
La estructura de las bodegas es heterogénea en el ámbito de la D.O: con 4 Cooperativas (34,1% del vino comercializado), 4 bodegas con más de 400.000 litros (que sumadas a Viña Costeira, 5 industrias concentran 2/3 de la producción); 31 bodegas de menos de 400.000 litros: (27,9% del vino comercializado) y 63 Colleiteiros que suponen el 6,6% del vino de la DO.
Respecto a la situación del mercado del vino en general, los expertos establecen que hay una estabilización de los mercados de consumo de vino en volumen tanto a nivel del mercado global como del conjunto de España, basándose en datos de la consultora Nielsen. De la misma manera, destacan la importancia creciente de la internacionalización lo que hace que la presencia en mercados internacionales sea cada vez más imprescindible. En último lugar se observa una preponderancia del canal Alimentación, que sigue ganando protagonismo frente a la de hostelería en términos de volumen de vino comercializado.
Según los expertos, el Ribeiro se centra en producir un vino relativamente similar con un enfoque muy orientado al producto y poco orientado, en general, al mercado y con bajos niveles de diferenciación para adaptarse a las particularidades de los distintos segmentos de mercado.
En cuanto a la situación de la D.O. Ribeiro en el mercado del vino estatal, la participación de mercado del conjunto de los vinos de la D.O. se sitúa entorno al 2,1% en términos de volumen (situándose entre las 11 mayores D.O. del estado empatada en el puesto 10 con la de Cariñena) y del 1,9 % en valor (manteniéndose la D.O. del Ribeiro dentro de las TOP 10 de España).
Por lo que respecta a los vinos blancos, la D.O Ribeiro pelea con la de La Rioja por el tercer puesto en términos de volumen de mercado (con una participación por encima del 7%) superándola en el canal de la Hostelería (donde claramente se sitúa como tercera D.O. en participación con un 7,5% de participación) pero quedando lejos de esa en el de Alimentación, donde tiene perdido participación en los últimos años consiguiendo una participación del 6,5% y situándose como sexta D.O. en términos de participación por volumen en este canal.
En último lugar, la posición relativa de los vinos de la D.O. Ribeiro en términos de precios diverge en función del canal que estamos a analizar, así mientras que en el canal alimentación los precios medios de los vinos blancos de la D.O. Ribeiro se sitúa por debajo del precio medio de mercado en el sector de la Hostelería la media de precios de los vinos de la D.O. supera significativamente a la media de vinos blancos tranquilos.
Impulsar medidas que revitalicen el tejido productivo de la Denominación de Origen Ribeiro
Durante el acto de clausura, el presidente del Consello Regulador de la Denominación de Origen Ribeiro anunció la puesta en marcha de una serie de medidas dirigidas a revitalizar el tejido productivo de este territorio vitivinícola histórico, “Lo que hoy presentamos aquí tiene que ser un nuevo principio. De poco valen los estudios si no se aplican a las conclusiones; de nada sirven las palabras si no hay acciones que las materialicen. Por eso, es mi intención, a partir de este mismo momento, impulsar una serie de medidas encaminadas a revitalizar nuestro tejido productivo”.
Según Juan Casares es necesario actuar en cuatro frentes. En primer lugar se va a elaborar un “Plan de Acción para el período 20/21” que, una vez aprobado por el pleno del Consello Regulador, nos permita aplicar las medidas más prioritarias en materia de disponibilidad de tierra y de orientación de cara al mercado. En segundo lugar tiene pensado convocar una “Mesa de diálogo permanente entre bodegas y viticultores”; un foro que los acerque mucho más como actores principales que son en la cadena de valor del vino. Política de precios, contratos, demanda de variedades a plantar, deben ser materias en las que ambos vayan de la mano.
La elaboración de un “Estudio de costes de producción de uva y vino en el Ribeiro” permitirá conocer las realidades productivas de los dos ámbitos de la cadena de valor y acometer una estrategia conjunta que nos permita a todos vivir bien de lo que sabemos hacer. En último lugar, Juan Casares propondrá las reformas necesarias en la política de Promoción del Consello Regulador con dos objetivos principales: potenciar la marca Ribeiro y diseñar nuestras acciones bajo la premisa de una mayor orientación de cara al mercado.
Todas estas medidas, junto con las ayudas de las distintas administraciones competentes, tienen como objetivo colocar de nuevo al Ribeiro en el lugar que le corresponde y favorecer la economía de una comarca cuyo motor económico es el vino, “El Ribeiro es una enocomarca porque el vino es su motor económico. Son 108 bodegas con más de 200 empleos directos; son casi 1.700 viticultores que dependen total o parcialmente de los ingresos de la viticultura; son personas, son familias y son capitales arriesgados en proyectos de vida. Pero también es el comercio de las villas, el mantenimiento de los servicios básicos y la industria auxiliar ligada a ella. Por esta razón, de lo que nosotros hagamos dependerá en gran medida, el futuro de este territorio histórico, singular y ancestral.”