A medida que se acerca el invierno, se acortan los días y hace más frío, la inspiración a la hora de organizar planes con los que ocupar nuestro tiempo libre cae como las hojas de los árboles.

Si buscas una escapada donde primen la gastronomía y el buen vino y que el aire esté libre de esa contaminación acústica que acecha la ciudad, te traemos el plan perfecto.

Con el vino D.O. como protagonista, el enoturismo regala la oportunidad de disfrutar de un turismo en torno al vino y otros elementos que pivotan a su alrededor como la gastronomía, la naturaleza y la cultura. ¿Las opciones? Amplias y variadas a lo largo de toda la península y, por qué no, también en las islas.

¿Qué puedes hacer?

—Visitar bodegas y recorrer viñedos:

Muchas bodegas ofrecen visitas guiadas por sus instalaciones que se complementan con un recorrido entre viñedos. Es el momento idóneo para preguntar, descubrir, conocer y empaparse de todo el proceso de elaboración del vino. ¿Cómo a partir de un humilde racimo de uvas se consigue el vino?

No importa si las bodegas son clásicas o han modernizado sus instalaciones, lo importante es que mantengan la esencia. Hoy en día podemos encontrar bodegas no solo con salas de barricas, sino también con salas de arte, museo, jardín e incluso restaurante.

—Degustación y asesoramiento:

Tras completar el recorrido por la bodega es habitual terminar con una cata de los vinos más característicos. Un especialista de la bodega será el encargado de hacernos apreciar los distintos matices de cada vino. ¿No sois capaces de apreciarlos? Tranquilos, lo importante es cerrar los ojos, dejar volar nuestra imaginación y disfrutar del sabor y aroma de esa copa.

Y si en la tienda tienes cualquier duda, desde la bodega te asesorarán para que te lleves un recuerdo en forma de botella de vino único.

—Disfrutar de la gastronomía:

Para finalizar la escapada con un buen sabor de boca es imprescindible degustar la gastronomía regional maridada con el vino con denominación de origen de la zona. Las zonas rurales pueden presumir de tener auténticos templos gastronómicos donde se dan la mano las recetas más tradicionales con otras más vanguardistas. Acompañarlo con los vinos con D.O. será imprescindible para hacer que la experiencia sea completa.

El turismo del vino es la mejor excusa para viajar y desconectar de la monotonía, sin necesidad de desplazarse largas distancias ¿se te ocurre un regalo mejor para el próximo fin de semana?