LA D.O. CAMPO DE BORJA CELEBRÓ SU XXXIII FIESTA DE LA VENDIMIA
- El consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Ángel Samper, anunió la creación de un espacio de puesta en común dentro del Gobierno de Aragón para abordar el conocimiento sobre el medio rural.
- El presidente de la D.O., Eduardo Ibáñez, solició apoyo a las Administraciones por el “momento de incertidumbre” que atraviesa el sector de la viticultura a nivel nacional.
El pasado viernes, 15 de septiembre, se celebró en el municipio zaragozano de Ainzón la XXXIII Fiesta de la Vendimia de la Denominación de Origen Campo de Borja, coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Garnacha. A la cita acudieron el consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, Ángel Samper; el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Campo de Borja, Eduardo Ibáñez; el diputado delegado del Monasterio de Veruela, Eduardo Arilla; la presidenta de la comarca Campo de Borja, María Eugenia Coloma; y la alcaldesa de Ainzón, Paula Cruz; entre otros representantes locales.
El consejero autonómico recordó en su intervención que este era uno de sus primeros actos como representante político y que él también procede del mundo rural. Samper señaló que “el desconocimiento de lo que pasa en el medio rural es un problema grave”, por lo que apostó por “crear un espacio didáctico y de puesta en común con una estrategia de comunicación para abordar este tema”. Igualmente, insistió en que desde el ámbito político, “tenemos que tener espíritu de servicio público, escuchando a los vecinos y a sus alcaldes”. Por último, manifestó sentirse “muy honrado por tener la oportunidad de poner en valor la Garnacha desde el centro de su imperio”.
Por su parte, el presidente del CRDO Campo de Borja, Eduardo Ibáñez, puso de relieve las dificultades por las que ha atravesado el sector viticultor en los últimos años: “Tras los años de pandemia, el incremento de la inflación, el precio de las materias primas y de la energía y la bajada de las ventas, los viticultores vivimos momentos de incertidumbre, por eso pedimos ayuda a las Administraciones”. A continuación, repasó el proyecto de Garnachas Históricas en que está trabajando el CRDO Campo de Borja y el éxito de la pasada edición de la Muestra de Garnachas, así como el de las Catas 4 Estaciones: “Nuestro reto más importante para los próximos años es contar con una nueva sede”, ha explicado Ibáñez.
El diputado provincial Eduardo Arilla manifestó su compromiso y el de la Diputación Provincial de Zaragoza para apoyar a la viticultura del territorio en todo lo posible: “Nos enorgullece el trabajo que hacéis en la familia Campo de Borja y me gustaría recordar a todas aquellas personas que han sabido mantener el esfuerzo de trabajar en el campo durante estás décadas, sobre todo para proteger esas garnachas que no han sido arrancadas”.
Por último, como anfitriona del acto, tomó la palabra la alcadesa de Ainzón, Paula Cruz, que celebró que ya son 50 años los que cumple la vendimia en Ainzón, tras suspenderse el año de la pandemia, y destacó la labor de la peña La Quinta Parra en la organización de la fiesta.
La jornada comenzó con la imposición de la banda a la ‘reina de la vendimia’, a quien acompañaron las reinas de las fiestas de Ainzón y la banda municipal de música. Ellas, con los representantes de la DO y las autoridades locales, se desplazaron hasta la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Piedad, donde se celebró una misa baturra cantada por el grupo de jota Fuendejalón.
Tras la eucaristía, los asistentes se desplazaron hasta el pabellón municipal, donde tuvo lugar el pisado de las primeras uvas. Un grupo de niños procedentes de cada una de las 18 localidades que integran Campo de Borja fueron los encargados de llenar las cubas en las que los pisadores de esta edición, Ángel Luis Serrano y su hija Mónica Serrano, acompañados por otras dos parejas de niños, se encargaron de obtener el primer mosto de la cosecha.
Terminado el acto de exaltación del vino, el Ayuntamiento de Ainzón ofreció un aperitivo, maridado, por supuesto, con los vinos de la Denominación de Origen. Después, el Consejo Regulador ofreció a sus invitados un almuerzo en el Monasterio de Veruela, sede del Museo del Vino de la D.O.