La DO Catalunya ya tiene sobre la mesa las primeras previsiones de la campaña de vendimia de este año, que comenzó la segunda mitad del mes de agosto y se prolongará hasta la primera quincena de octubre. A día de hoy, las bodegas de la DO Catalunya han vendimiado ya más de 17 millones de kg de uva, lo que representa un 53% de la producción del año pasado, que fue bien corta, y un 38% respecto a la media de los últimos 5 años.

En términos generales, se prevé una producción habitual en cuanto a la cantidad, exceptuando el área del Penedès, donde se prevé que sea inferior. En cuanto a la calidad, todo indica, a estas alturas, que será muy buena. Se están produciendo algunas incidencias aisladas de plaga, afectando sobre todo a la variedad chardonnay, y algunos focos puntuales de podredumbre con los macabeos.

La salida de uvas ha sido buena, pero será la disponibilidad hídrica la que determinará el volumen final de producción. La vendimia de este año muestra unos granos más bien pequeños. Las principales variedades que ya se están vendimiando son el chardonnay, la garnacha blanca, el macabeo y el moscatel de Alejandría, en cuanto a uvas blancas; y el merlot, tempranillo y la garnacha tinta entre las uvas negras.

El invierno transcurrió con las temperaturas previstas para este momento del año, exceptuando el mes de febrero, que se presentó más cálido de lo habitual, lo que favoreció un pequeño adelanto de la brotación. Sin embargo, el verano no ha venido tan cálido como se había pronosticado, así que no solo ha ido corrigiendo esta brotación anticipada, sino que incluso ha provocado un retraso final de las variedades más tempranas, de 4 a 5 días respecto a la fecha de inicio del 2020. La ola de calor de mediados de agosto contribuyó a reducir ligeramente esta diferencia.

Por otra parte, la lluvia de los últimos días de agosto aceleró la entrada de los macabeos y ayudó a incrementar la producción de aquellas variedades más tardías. En términos generales, las precipitaciones se han situado sobre la media o ligeramente por debajo, excepto en las zonas del Penedès y el Empordà, donde sí se ha sufrido sequía.

Se han producido algunas granizadas puntuales hacia los extremos sur y oeste de la zona de producción de la DO, pero sin conllevar reducciones de producción ni tampoco con incidencia negativa sobre la calidad, a niveles globales.