Cuando algo es abundante o resulta fácil de conseguir decimos coloquialmente que sale de debajo de las piedras. En la DOP Cariñena el vino sale de debajo de las piedras pero os aseguramos que no por arte de magia precisamente. Si cerramos los ojos y pensamos en un terreno difícil, duro, prácticamente incompatible con la viticultura (lo cual da a los viticultores aún más mérito)… nos vendrá a la cabeza el paisaje de esta DOP. El sobrenombre de “El Vino de las Piedras” describe a la perfección el entorno rural del que surge un viñedo de gran belleza.

Un suelo abarrotado de piedras nos indica el camino a seguir a lo largo de más de 14.000 hectáreas en esta Denominación de Origen Protegida. De su mantenimiento y cuidado se ocupan más de 1.500 viticultores, que constituyen así uno de los motores económicos más importantes de la comarca.

Las piedras, duras, intratables, se convierten en el elemento diferenciador de este suelo y dan un carácter único al vino que aquí se produce. Este entorno duro y complejo obliga al viñedo a aprender a sobrevivir y esa supervivencia, en la que la resistencia es obligada, hace que las uvas de la DOP Cariñena (Garnacha tinta, Cariñena, Tempranillo y Macabeo son las variedades principales) sean de menor tamaño y destaquen por su intensidad y por su calidad.

El paisaje único de la DOP Cariñena merece una visita. Para ponerlo en valor y darlo a conocer, el Consejo Regulador se integró en la Ruta del Vino Campo de Cariñena, la ruta del vino de las piedras, que ofrece eso que todos andamos buscando: turismo cultural, sostenible y de calidad bajo la marca “El Vino de las Piedras”. Esta ruta, en la que a lo largo del año se ofertan actividades tan apetecibles como ver las perseidas entre viñedos, es muy conocida por su “Bus del Vino”. Subiéndote a este “bus”, que está en funcionamiento durante los meses de marzo a junio y de septiembre a diciembre, podrás recorrer bodegas, disfrutar de catas guiadas, de los atractivos turísticos de los territorios de la comarca… Un planazo para todos los gustos se mire por donde se mire.

La DOP Cariñena tiene el vino que sale de debajo de las piedras, pero no por arte de magia, sino por el mérito de sus viticultores y de sus bodegas ¡No te lo pierdas!