La mujer siempre ha tenido una importancia notable en el sector vitivinícola, sobre todo en el trabajo de campo en la viña. Con el paso del tiempo, esto ha ido cambiando y cada vez son más las mujeres encargadas de llevar a cabo labores comerciales y administrativas en el mundo del vino. De hecho, el número de mujeres en cargos de rectorado y otros órganos de decisión no ha parado de crecer.

Es el caso de nuestras Denominaciones de Origen, donde encontramos mujeres en todos los estamentos, desde los puestos de máxima responsabilidad en los Consejos Reguladores a enólogas o responsables de comunicación, que lideran sus respectivas áreas dando normalidad a la presencia de mujeres en el sector.

Las mujeres juegan un papel determinante en el medio rural. En este mundo, se las reconoce como constructoras del desarrollo agrícola, el bienestar social y la seguridad alimentaria. Y es que estas realizan una labor exhaustiva para sacar adelante todo el trabajo necesario para desarrollar su vida profesional en el campo, de ahí que estén ganando cada vez más visibilidad.

A pesar de existir aún diferencias entre hombres y mujeres, cada día estamos más cerca de conseguir un estado de igualdad en el sector rural y, en concreto, en el sector vitivinícola. El ejemplo de estas mujeres nos inspira para seguir creciendo.