Seamos embajadores de los vinos D.O.
En la entrada anterior hablábamos del origen, de la importancia de ese sentimiento de pertenencia que desprenden los vinos con denominación de origen, tanto a su tierra como a su gente. El origen es algo primordial puesto que nos convierte en lo que somos. Es la esencia que ayuda a construir nuestro carácter, la forma en la que el mundo exterior nos percibe. Y es que, además de cuidar del origen, los vinos D.O. hablan bien de lo tuyo, de lo nuestro allí donde va.
Precisamente de eso queríamos hablaros hoy: ¿quiénes somos de puertas para fuera?
El embajador es un agente diplomático acreditado para representar oficialmente a su lugar de origen en el extranjero, entendiendo por “extranjero” toda aquella persona ajena a la casa viticultora y al proceso de elaboración. Y los vinos D.O. son embajadores indiscutibles de su tierra y de su gente, porque tan importante es saber de dónde se viene como no olvidarse de esto allí donde vayas. Prueba de ello es la medalla D.O. que se cuelgan estos vinos, ya que son sinónimo de calidad en el mundo de la viticultura.
La figura del embajador es indispensable y valiosa, ya que es el encargado de contar esa historia única que traslade al consumidor a su lugar de origen. Como embajadores, en Movimiento Vino D.O. nos esforzamos por dar forma a todas estas historias en la mente de una familia que cada día es más extensa.
El color, el olor, el sabor… de los vinos con denominación de origen son lo que el público experimenta de puertas para fuera. Estos factores son los encargados de explicar al “extranjero” quienes son, de donde vienen, así como la calidad de un buen vino D.O. Al fin y al cabo las historias perduran con el boca a boca, y todos podemos contribuir a transmitirlas.
¿Y tú, quieres ayudarnos a contar esas historias? Te invitamos a que seas embajador de los vinos D.O.